¿Y si Cal no era el villano de Titanic?

Nace una nueva mirada sobre el un personaje central de una de las películas más famosas de la historia del cine: ¿y si Cal realmente no fue el malo?
Una lectura distinta sobre un personaje de Titanic que podría cambiar cómo recordás la historia

Durante más de dos décadas, Titanic fue vista como una de las grandes historias de amor del cine. Pero no todos los personajes fueron bien entendidos. Cal Hockley, el prometido millonario de Rose siempre fue retratado como el villano de la historia. Sin embargo, hay quienes hoy se animan a decir que tal vez no era el verdadero antagonista.

En esta nueva interpretación que cada vez cobra más fuerza, Cal aparece como el hombre que ofreció todo: no solo dinero, sino una vida segura, viajes, familia, compañía, joyas, hasta protección personal. Incluso le dio a Rose y a su madre un camarote privado, cuando muchos apenas tenían una litera.

La historia que se nos contó fue otra. En la película, Rose deja todo eso por Jack, un joven pobre, artista, callejero, que conoció en una noche y que apenas tenía lo puesto. En tres días, sin conocerlo del todo, lo elige a él por encima de una vida estable, segura y sin sobresaltos.

Este tipo de elección fue interpretado por muchos como una muestra de hipergamia, un término que hoy se escucha mucho más que en los años '90 y que hace referencia a buscar parejas con un “nivel superior”, pero emocional o simbólicamente, no solo económico. En este caso, Jack ofrecía emoción, aventura, conexión emocional.

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Y ahí es donde muchos comienzan a replantearse las cosas. ¿Qué tiene más valor: la estabilidad o la emoción de vivir el día a día? ¿El esfuerzo construido durante años o el enamoramiento rápido?. De esta manera, Cal es borrado de la historia, como si su esfuerzo no tuviera peso.

Desde esta nueva mirada, la figura de Jack ya no es tan romántica. Para algunos, representa ese tipo de personas que aparecen en el momento justo para arruinarlo todo, sin aportar nada concreto a largo plazo.

Desde el principio, Jack conquista a Rose apelando a la emoción, a lo que no tiene forma ni estructura. Un dibujito, una charla intensa y la búsqueda de un beso prohibido. Todo eso bastó para que ella cambiara de rumbo sin mirar atrás.

Cal no era el villano de Titanic. Muchos comienzan a replantearse la historia de la película.

Lo curioso es que Cal no solo invirtió en el viaje, también construyó un mundo alrededor de ella. Pero la película intenta identificarlo como frío y controlador. Pero tras tantas vuelvas, Cal siempre terminó siendo una víctima de la situación.

Hay quienes ven este cambio como una advertencia. No siempre gana el que invierte. A veces, el que ofrece estabilidad termina perdiendo ante el que llega con una historia pasajera.

¿Y si Titanic no fue una historia de amor?. La película por momentos parece ser una clase sobre las decisiones que se toman cuando el corazón va más rápido que la cabeza. Esa pregunta hoy se abre paso entre muchos que vuelven a ver la película con otros ojos.

Cal no era perfecto pero tampoco era el villano. Eso está claro. No fue el monstruo que nos mostraron. Tal vez simplemente fue una persona que creyó que lo tenía todo resuelto, hasta que la realidad le mostró otra cara del amor.

Lo que parecía un drama romántico, se terminó convirtiendo en una reflexión más profunda sobre cómo elegimos a las personas. Qué priorizamos. Qué dejamos pasar.

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