El ciclón llegó a categoría 5 y amenaza con vientos de casi 260 kilómetros por hora, lluvias torrenciales y daños masivos. Las autoridades ordenaron evacuaciones y advirtieron que el impacto podría ser devastador.
El huracán Melissa se fortaleció a categoría 5 y amenaza con lluvias extremas y vientos destructivos sobre Jamaica.
El huracán Melissa se transformó este lunes en una tormenta de categoría 5, la más poderosa en la escala de intensidad, mientras avanza sobre el Caribe con dirección a Jamaica. Las autoridades locales declararon el estado de emergencia y advirtieron que el impacto podría ser catastrófico. Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés), el fenómeno alcanzó vientos sostenidos de hasta 260 kilómetros por hora. La previsión indica que el ojo del huracán tocará tierra el martes con lluvias que podrían superar los 70 centímetros en algunos sectores de la isla.
La magnitud del fenómeno obligó a cerrar el aeropuerto internacional de Kingston y los principales puertos marítimos. El gobierno jamaiquino activó más de un centenar de refugios de emergencia para recibir a miles de personas que viven en zonas costeras o propensas a deslizamientos. “No se puede apostar contra Melissa. Esta es una tormenta sin precedentes para nosotros”, manifestó el ministro de Gobierno Local, Desmond McKenzie, en conferencia de prensa.
A primeras horas de este lunes, el sistema se ubicaba a unos 210 kilómetros al suroeste de Kingston y avanzaba lentamente hacia el norte. Esa lentitud preocupa a los meteorólogos, ya que prolonga la exposición a vientos huracanados y lluvias torrenciales durante más tiempo. “Las condiciones se deteriorarán muy rápido y se mantendrán peligrosas por varias horas”, advirtió el subdirector del NHC, Jamie Rhome, en un video difundido por la agencia. Los especialistas prevén que Melissa mantenga su fuerza mientras se aproxima a Jamaica y luego avance hacia el este de Cuba y el norte de Haití. El paso de la tormenta también afectará a República Dominicana, donde se esperan inundaciones repentinas y aludes de tierra en las próximas jornadas.
El Servicio Meteorológico de Jamaica informó que la costa sur del país podría sufrir marejadas ciclónicas de hasta cuatro metros. Las autoridades ordenaron la evacuación preventiva en las zonas de mayor riesgo e instaron a los ciudadanos a mantenerse resguardados. “Muchas comunidades no sobrevivirán a las inundaciones”, dijo McKenzie, al describir la gravedad del panorama.
Melissa es la decimotercera tormenta de la actual temporada de huracanes del Atlántico, que comenzó en junio y se extenderá hasta fines de noviembre. Los expertos indicaron que el fenómeno reúne condiciones similares a las del huracán Beryl, que en julio de 2024 provocó al menos cuatro muertes y graves daños en la región.
El NHC reiteró su alerta por inundaciones catastróficas y la posibilidad de cortes prolongados de electricidad y comunicaciones en gran parte de Jamaica. Los organismos de emergencia trabajan a contrarreloj para reforzar la infraestructura y asistir a las poblaciones más vulnerables antes del impacto final del huracán.
El huracán Melissa se transformó este lunes en una tormenta de categoría 5, la más poderosa en la escala de intensidad, mientras avanza sobre el Caribe con dirección a Jamaica. Las autoridades locales declararon el estado de emergencia y advirtieron que el impacto podría ser catastrófico. Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés), el fenómeno alcanzó vientos sostenidos de hasta 260 kilómetros por hora. La previsión indica que el ojo del huracán tocará tierra el martes con lluvias que podrían superar los 70 centímetros en algunos sectores de la isla.
La magnitud del fenómeno obligó a cerrar el aeropuerto internacional de Kingston y los principales puertos marítimos. El gobierno jamaiquino activó más de un centenar de refugios de emergencia para recibir a miles de personas que viven en zonas costeras o propensas a deslizamientos. “No se puede apostar contra Melissa. Esta es una tormenta sin precedentes para nosotros”, manifestó el ministro de Gobierno Local, Desmond McKenzie, en conferencia de prensa.
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El huracán ya dejó cuatro muertos en su paso por Haití y República Dominicana. Tres víctimas fueron reportadas en territorio haitiano y una en suelo dominicano, donde además un adolescente permanece desaparecido. Las autoridades locales advirtieron que los daños materiales podrían agravarse en las próximas horas si continúan las lluvias intensas.
A primeras horas de este lunes, el sistema se ubicaba a unos 210 kilómetros al suroeste de Kingston y avanzaba lentamente hacia el norte. Esa lentitud preocupa a los meteorólogos, ya que prolonga la exposición a vientos huracanados y lluvias torrenciales durante más tiempo. “Las condiciones se deteriorarán muy rápido y se mantendrán peligrosas por varias horas”, advirtió el subdirector del NHC, Jamie Rhome, en un video difundido por la agencia. Los especialistas prevén que Melissa mantenga su fuerza mientras se aproxima a Jamaica y luego avance hacia el este de Cuba y el norte de Haití. El paso de la tormenta también afectará a República Dominicana, donde se esperan inundaciones repentinas y aludes de tierra en las próximas jornadas.
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En los barrios bajos de Santo Domingo, muchas familias debieron abandonar sus casas por el avance del agua. “Te sentís impotente, no podés hacer nada, solo correr y dejar todo atrás”, contó Angelita Francisco, una mujer de 66 años que escapó junto a sus nietos hacia un centro de asistencia, según lo que relató a la agencia AFP.
El Servicio Meteorológico de Jamaica informó que la costa sur del país podría sufrir marejadas ciclónicas de hasta cuatro metros. Las autoridades ordenaron la evacuación preventiva en las zonas de mayor riesgo e instaron a los ciudadanos a mantenerse resguardados. “Muchas comunidades no sobrevivirán a las inundaciones”, dijo McKenzie, al describir la gravedad del panorama.
Melissa es la decimotercera tormenta de la actual temporada de huracanes del Atlántico, que comenzó en junio y se extenderá hasta fines de noviembre. Los expertos indicaron que el fenómeno reúne condiciones similares a las del huracán Beryl, que en julio de 2024 provocó al menos cuatro muertes y graves daños en la región.
El NHC reiteró su alerta por inundaciones catastróficas y la posibilidad de cortes prolongados de electricidad y comunicaciones en gran parte de Jamaica. Los organismos de emergencia trabajan a contrarreloj para reforzar la infraestructura y asistir a las poblaciones más vulnerables antes del impacto final del huracán.
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