Cada primero de agosto, vuelve la costumbre que mezcla creencias populares y
rituales contra las malas energías
Cada 1º de agosto, miles toman este brebaje en ayunas buscando protección
física y espiritual
Hay costumbres que se repiten cada año. El primero de agosto es una fecha clave en muchas casas. Muchos preparan sus botellas, otros simplemente abren un frasco que armaron durante la semana. Y hacen es lo mismo: tomar tres tragos de caña con ruda en ayunas.
Esta tradición que se mantiene con fuerza en el litoral y el norte argentino va más allá del gusto. Se dice que sirve para alejar enfermedades, malas vibras y atraer salud. Aunque parece un simple ritual, tiene raíces muy profundas. Viene de tiempos donde los pueblos originarios del NEA convivían con la naturaleza y leían el calendario desde el frío, la lluvia y la necesidad.

Hay costumbres que se repiten cada año. El primero de agosto es una fecha clave en muchas casas. Muchos preparan sus botellas, otros simplemente abren un frasco que armaron durante la semana. Y hacen es lo mismo: tomar tres tragos de caña con ruda en ayunas.
Esta tradición que se mantiene con fuerza en el litoral y el norte argentino va más allá del gusto. Se dice que sirve para alejar enfermedades, malas vibras y atraer salud. Aunque parece un simple ritual, tiene raíces muy profundas. Viene de tiempos donde los pueblos originarios del NEA convivían con la naturaleza y leían el calendario desde el frío, la lluvia y la necesidad.
¿Qué lleva esta bebida?
Es muy fácil. Se coloca una ramita de ruda macho dentro de una botella
con caña de azúcar. Se guarda por semanas o incluso meses. No se toma el mismo
día en que se prepara. Esa maceración es clave. Hay quienes la dejan apenas
tres días y otros que la hacen descansar un año entero.
La costumbre se popularizó gracias a la migración de las comunidades guaraníes y se reforzó con los años. El antropólogo José Humberto Miceli, de Corrientes, explica que la mezcla tiene orígenes en el siglo XVII, cuando se cruzaron las tradiciones de los guaraníes con las prácticas de los colonizadores europeos. La planta de ruda y el alcohol de caña no son autóctonos, pero fue el pueblo guaraní el que le dio este uso espiritual.
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La fecha no es casual. Agosto arranca con los días más duros del invierno. En la cultura guaraní se habla del "Karaí Agosto", una etapa en que las lluvias y el frío traían enfermedades. Frente a eso, se tomaba la caña con ruda para reforzar el cuerpo. De ahí viene la idea de que este trago sirve para cuidarse cuando el clima es más hostil.
La ruda macho, de hojas grandes y aroma fuerte, siempre fue vista como una planta con poder. Algunos la usan como remedio natural, otros la cuelgan detrás de la puerta o la llevan encima. Lo cierto es que en este ritual es el ingrediente principal, y se cree que ayuda tanto al cuerpo como al alma.
Se toma apenas uno se levanta, antes de comer algo. Son tres tragos cortos. Algunos dicen que hay que repetirlo siete veces, otros solo lo hacen ese día. Incluso hay quienes alargan el ritual por dos semanas. Todo depende de la tradición familiar o de lo que uno cree que necesita.
La costumbre se popularizó gracias a la migración de las comunidades guaraníes y se reforzó con los años. El antropólogo José Humberto Miceli, de Corrientes, explica que la mezcla tiene orígenes en el siglo XVII, cuando se cruzaron las tradiciones de los guaraníes con las prácticas de los colonizadores europeos. La planta de ruda y el alcohol de caña no son autóctonos, pero fue el pueblo guaraní el que le dio este uso espiritual.
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La fecha no es casual. Agosto arranca con los días más duros del invierno. En la cultura guaraní se habla del "Karaí Agosto", una etapa en que las lluvias y el frío traían enfermedades. Frente a eso, se tomaba la caña con ruda para reforzar el cuerpo. De ahí viene la idea de que este trago sirve para cuidarse cuando el clima es más hostil.
La ruda macho, de hojas grandes y aroma fuerte, siempre fue vista como una planta con poder. Algunos la usan como remedio natural, otros la cuelgan detrás de la puerta o la llevan encima. Lo cierto es que en este ritual es el ingrediente principal, y se cree que ayuda tanto al cuerpo como al alma.
Se toma apenas uno se levanta, antes de comer algo. Son tres tragos cortos. Algunos dicen que hay que repetirlo siete veces, otros solo lo hacen ese día. Incluso hay quienes alargan el ritual por dos semanas. Todo depende de la tradición familiar o de lo que uno cree que necesita.
El Día de la Pachamama
El 1º de agosto también se festeja el Día de la Pachamama. Aunque esta
celebración tiene raíces quechuas y suele centrarse más en el Noroeste, se ha
mezclado con otras prácticas como la de la caña con ruda. Se acostumbra a
enterrar ofrendas a la "Madre Tierra", como alimentos y bebidas, en señal de
agradecimiento.
El bartender Matías Jurisich es una de las caras visibles de esta tradición en redes sociales. Vive en Rosario y durante años repartió botellas de caña con ruda gratis por la ciudad. Para él, lo más importante es conservar la esencia del ritual. Recomienda prepararla con mucha anticipación, idealmente un año antes. Según explica, eso ayuda a que el líquido absorba mejor las propiedades de la ruda, como su contenido de vitamina C.
Matías también aclara que hay mucha confusión en torno a la ceremonia. Algunos mezclan tradiciones o incluso suman gestos que no forman parte del ritual original. Por ejemplo, hay quienes entierran la caña o la escupen en la tierra. Él insiste en separar las prácticas, para no desvirtuar lo que tiene sentido en sí mismo.
El bartender Matías Jurisich es una de las caras visibles de esta tradición en redes sociales. Vive en Rosario y durante años repartió botellas de caña con ruda gratis por la ciudad. Para él, lo más importante es conservar la esencia del ritual. Recomienda prepararla con mucha anticipación, idealmente un año antes. Según explica, eso ayuda a que el líquido absorba mejor las propiedades de la ruda, como su contenido de vitamina C.
Matías también aclara que hay mucha confusión en torno a la ceremonia. Algunos mezclan tradiciones o incluso suman gestos que no forman parte del ritual original. Por ejemplo, hay quienes entierran la caña o la escupen en la tierra. Él insiste en separar las prácticas, para no desvirtuar lo que tiene sentido en sí mismo.
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