Las principales entidades del país redujeron los rendimientos de los depósitos en pesos. Las tasas promedio se ajustaron nuevamente en octubre y la rentabilidad mensual sigue en descenso.
Los rendimientos de los plazos fijos bajaron en octubre y los bancos ajustaron sus tasas de manera gradual (iStock)
El comienzo de octubre llegó con un nuevo ajuste en las tasas de interés que pagan los bancos por los depósitos a plazo fijo. Los rendimientos volvieron a retroceder y el promedio general mostró una leve caída frente a la última semana de septiembre.
Las entidades más consultadas por los ahorristas, como el Banco Nación, el Provincia, el Galicia, el Santander y el BBVA, mantuvieron niveles similares a los registrados días atrás, pero sin mejoras. Según los últimos datos del mercado, la tasa nominal anual promedio se redujo a 35,87%, una cifra que refleja el menor atractivo de este tipo de inversión frente a la inflación y la baja expectativa de retorno a corto plazo.
Durante septiembre, el promedio se había ubicado en torno al 36,24%, por lo que el recorte, aunque leve, confirmó la tendencia descendente de las últimas semanas. Los bancos justificaron la decisión en las condiciones actuales del sistema financiero y en el comportamiento del Banco Central, que mantuvo su política de moderación monetaria.
El Banco Nación, uno de los que más volumen de depósitos concentra, sostuvo su tasa en 37,5% anual, sin cambios respecto a la semana pasada. Santander Argentina también decidió mantener su rendimiento en 35%, mientras que el Banco Galicia y el Banco Provincia conservaron tasas de 35,25% y 34%, respectivamente. La estrategia común fue mantener la estabilidad mientras se evalúan las próximas decisiones económicas del Gobierno.
Donde sí se observaron movimientos fue en las entidades privadas con mayor incidencia en el promedio general. Banco Macro, que hasta septiembre ofrecía rendimientos por encima del 38%, ajustó su tasa a 36,5%. Este recorte tuvo un efecto directo sobre la media del sistema. Según explicaron fuentes del sector financiero, la decisión responde a un intento de las entidades por alinearse con las expectativas inflacionarias y a un contexto de menor demanda de crédito.
Especialistas consultados por este medio remarcaron que el interés por los plazos fijos se mantiene, pero con menor entusiasmo. Cada vez más pequeños ahorristas evalúan otras opciones, como fondos comunes de inversión o la compra de dólares financieros, que en muchos casos resultan más convenientes en el corto plazo. “La baja de tasas es una señal de que el sistema espera estabilidad cambiaria, pero al mismo tiempo refleja que el ahorro en pesos pierde atractivo”, según manifestó un analista del mercado local.
Con este escenario, la rentabilidad de un plazo fijo de un millón de pesos a 30 días ronda los 29.900 pesos, según las tasas promedio actuales. En términos reales, el beneficio se reduce si se compara con la evolución del costo de vida. Los analistas coinciden en que, mientras el Banco Central no modifique su política y la inflación continúe por encima del 3% mensual, los rendimientos seguirán ajustándose hacia abajo.
De cara a las próximas semanas, los bancos esperan definiciones del Gobierno sobre medidas fiscales y monetarias que podrían influir en las tasas. Si la tendencia continúa, los plazos fijos podrían dejar de ser la opción preferida de los pequeños inversores, que buscarán alternativas con mayor rendimiento o cobertura frente al avance de los precios.

El comienzo de octubre llegó con un nuevo ajuste en las tasas de interés que pagan los bancos por los depósitos a plazo fijo. Los rendimientos volvieron a retroceder y el promedio general mostró una leve caída frente a la última semana de septiembre.
Durante septiembre, el promedio se había ubicado en torno al 36,24%, por lo que el recorte, aunque leve, confirmó la tendencia descendente de las últimas semanas. Los bancos justificaron la decisión en las condiciones actuales del sistema financiero y en el comportamiento del Banco Central, que mantuvo su política de moderación monetaria.
El Banco Nación, uno de los que más volumen de depósitos concentra, sostuvo su tasa en 37,5% anual, sin cambios respecto a la semana pasada. Santander Argentina también decidió mantener su rendimiento en 35%, mientras que el Banco Galicia y el Banco Provincia conservaron tasas de 35,25% y 34%, respectivamente. La estrategia común fue mantener la estabilidad mientras se evalúan las próximas decisiones económicas del Gobierno.
Donde sí se observaron movimientos fue en las entidades privadas con mayor incidencia en el promedio general. Banco Macro, que hasta septiembre ofrecía rendimientos por encima del 38%, ajustó su tasa a 36,5%. Este recorte tuvo un efecto directo sobre la media del sistema. Según explicaron fuentes del sector financiero, la decisión responde a un intento de las entidades por alinearse con las expectativas inflacionarias y a un contexto de menor demanda de crédito.
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En contraste, Banco Credicoop decidió conservar su tasa en 37%, mientras que el ICBC mantuvo el 35,15%. El Banco Ciudad, en tanto, siguió ofreciendo uno de los rendimientos más bajos del mercado, con un 31% nominal anual. Estas cifras dejan en evidencia la heterogeneidad entre bancos públicos y privados, aunque todos coinciden en una misma tendencia: el rendimiento del ahorro en pesos continúa debilitándose.
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En paralelo, las entidades financieras observan un comportamiento más cauto de los clientes, que prefieren diversificar en lugar de renovar automáticamente sus plazos fijos. Algunos bancos reconocieron que la baja de tasas comenzó a impactar en la captación de depósitos minoristas, aunque no de manera drástica. “La gente sigue buscando seguridad, pero ya no inmoviliza tanto dinero como antes”, según mencionó un ejecutivo del sector.
Con este escenario, la rentabilidad de un plazo fijo de un millón de pesos a 30 días ronda los 29.900 pesos, según las tasas promedio actuales. En términos reales, el beneficio se reduce si se compara con la evolución del costo de vida. Los analistas coinciden en que, mientras el Banco Central no modifique su política y la inflación continúe por encima del 3% mensual, los rendimientos seguirán ajustándose hacia abajo.
De cara a las próximas semanas, los bancos esperan definiciones del Gobierno sobre medidas fiscales y monetarias que podrían influir en las tasas. Si la tendencia continúa, los plazos fijos podrían dejar de ser la opción preferida de los pequeños inversores, que buscarán alternativas con mayor rendimiento o cobertura frente al avance de los precios.
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