La periodista, escritora y ensayista murió en 2024 pero ahora su vivienda se encuentra en una disputa legal entre vecinos, herederos y un encargado con testamento
El encargado del edificio asegura que tiene derecho a quedarse con el departamento donde vivía la intelectual, pero los papeles no están claros (Foto: Wikipedia)
La historia surgió primero entre los vecinos, pero en pocos días tomó fuerza y hoy se convirtió hasta en un proceso judicial. En el edificio de la calle Hidalgo al 100, en pleno barrio de Caballito, se desató una situación que mezcla incertidumbre, herencia y la figura de la reconocida escritora, Beatriz Sarlo.
Pero el nombre que más resonó es el de Melanio Alberto Meza López, portero del edificio. De origen paraguayo y sin familia directa en el país, el hombre asegura que le corresponde quedarse con el departamento donde vivía la escritora fallecida a fines de 2024. Según se supo, Meza habría entregado a la Justicia dos cartas escritas a mano, supuestamente firmadas por Sarlo, donde se le cede el octavo piso y la gatita Nini, mascota de la escritora. Pero las cosas parecen complicarse más aún: Sarlo nunca se divorció legalmente de su exmarido, Alberto Sato Kotani, que aún vive y este podría reclamar la herencia por Ley.
Algunos vecinos cuentan que hace tres días que nadie ve al encargado. "A veces baldea a las cinco de la mañana y después se encierra" sostienen, mientras otros vecinos afirman que siempre fue respetuoso y muy atento con la escritora. La situación legal ahora es confusa. Aunque la ley permite los testamentos escritos a mano, estos documentos deben pasar por peritajes. Y si aparece un heredero, como el exmarido, la herencia puede tomar otro rumbo. Por eso ahora el caso está en manos de la Justicia.
Desde que se conoció la historia, la vida en el edificio cambió. Hay periodistas en la puerta y vecinos que prefieren evitar hablar a la prensa. La mayoría coincide en que el portero no parece un aprovechador. “No es de los que sacan ventaja, es perfil bajo”, dicen. La imagen de Beatriz Sarlo, una de las voces más críticas de la intelectualidad argentina, ahora se ha envuelto en una trama de ficción y judiciales. Un portero con dos testamentos, un departamento vacío y una gata como testigo silenciosa. Esta novela recién empieza.
Pero el nombre que más resonó es el de Melanio Alberto Meza López, portero del edificio. De origen paraguayo y sin familia directa en el país, el hombre asegura que le corresponde quedarse con el departamento donde vivía la escritora fallecida a fines de 2024. Según se supo, Meza habría entregado a la Justicia dos cartas escritas a mano, supuestamente firmadas por Sarlo, donde se le cede el octavo piso y la gatita Nini, mascota de la escritora. Pero las cosas parecen complicarse más aún: Sarlo nunca se divorció legalmente de su exmarido, Alberto Sato Kotani, que aún vive y este podría reclamar la herencia por Ley.
Algunos vecinos cuentan que hace tres días que nadie ve al encargado. "A veces baldea a las cinco de la mañana y después se encierra" sostienen, mientras otros vecinos afirman que siempre fue respetuoso y muy atento con la escritora. La situación legal ahora es confusa. Aunque la ley permite los testamentos escritos a mano, estos documentos deben pasar por peritajes. Y si aparece un heredero, como el exmarido, la herencia puede tomar otro rumbo. Por eso ahora el caso está en manos de la Justicia.
Desde que se conoció la historia, la vida en el edificio cambió. Hay periodistas en la puerta y vecinos que prefieren evitar hablar a la prensa. La mayoría coincide en que el portero no parece un aprovechador. “No es de los que sacan ventaja, es perfil bajo”, dicen. La imagen de Beatriz Sarlo, una de las voces más críticas de la intelectualidad argentina, ahora se ha envuelto en una trama de ficción y judiciales. Un portero con dos testamentos, un departamento vacío y una gata como testigo silenciosa. Esta novela recién empieza.
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