Algunos perros no se separan ni un segundo de sus dueños. ¿Por qué lo hacen?
¿Tu perro te sigue al baño, a la cocina y hasta a la cama? Esta nota te va a interesar (iStock)
Muchas personas no pueden caminar por su casa sin tener a su perro pegado a los pies. Esta costumbre no es tan rara como piensas, y aunque puede parecer graciosa o hasta molesta, tiene sus causas.
Lo primero que hay que saber es que los perros son animales que están acostumbrados a andar en grupo. Desde que son pequeños, siempre buscaron compañía para sentirse seguros. Por eso no extraña que estén tan encima del humano que los cuida.
También es cierto que muchos perros se sienten inseguros cuando están solos. Si no están acostumbrados a quedarse sin compañía, lo sufren. Hay casos donde incluso muestran nervios, rompen cosas o lloran cuando su dueño se va.
Otro punto importante es el vínculo afectivo que se forma. Para el perro, su humano es lo más importante. Lo busca, lo sigue, lo observa. No hay misterio acá: él siempre quiere estar cerca de quien le da cariño y comida.
Pero a veces, el motivo es mucho más simple. Algunos perros siguen a sus dueños porque esperan algo a cambio: un mimo, una galletita, salir a la calle o jugar un rato. Saben que estar cerca puede traer beneficios. Hay algo que no se dice mucho, pero pasa: el aburrimiento puede llevar a este tipo de conducta. Un perro que no tiene juguetes, paseos ni desafíos, va a buscar movimiento donde lo haya. Y ese movimiento, casi siempre, es el de su dueño.
Tampoco hay que olvidar que la curiosidad juega su papel. ¿Qué estás haciendo? ¿Dónde vas? ¿Qué vas a tocar ahora? Muchos perros no quieren perderse nada, y por eso siguen a todos lados.
Si empieza a ser molesto, hay formas de manejarlo. Una buena idea es enseñarle al perro a estar solo en ciertos momentos. Se puede hacer con juegos, premios o dejándolo en otra habitación con algo que le guste. Hay que evitar los retos innecesarios. No hace falta gritarle ni alejarlo bruscamente. La clave está en no reforzar la conducta si no se busca que continúe. Con calma, se le puede enseñar a respetar algunos espacios.
Entonces, si tu perro llora cuando no te ve o destruye cosas en tu ausencia, no lo tomes como algo normal. En esos casos, lo mejor es consultar a un profesional, como un etólogo o veterinario. No hay una sola causa para este comportamiento. Es una mezcla de instinto, amor y aprendizaje.

Muchas personas no pueden caminar por su casa sin tener a su perro pegado a los pies. Esta costumbre no es tan rara como piensas, y aunque puede parecer graciosa o hasta molesta, tiene sus causas.
Lo primero que hay que saber es que los perros son animales que están acostumbrados a andar en grupo. Desde que son pequeños, siempre buscaron compañía para sentirse seguros. Por eso no extraña que estén tan encima del humano que los cuida.
También es cierto que muchos perros se sienten inseguros cuando están solos. Si no están acostumbrados a quedarse sin compañía, lo sufren. Hay casos donde incluso muestran nervios, rompen cosas o lloran cuando su dueño se va.
Otro punto importante es el vínculo afectivo que se forma. Para el perro, su humano es lo más importante. Lo busca, lo sigue, lo observa. No hay misterio acá: él siempre quiere estar cerca de quien le da cariño y comida.
Pero a veces, el motivo es mucho más simple. Algunos perros siguen a sus dueños porque esperan algo a cambio: un mimo, una galletita, salir a la calle o jugar un rato. Saben que estar cerca puede traer beneficios. Hay algo que no se dice mucho, pero pasa: el aburrimiento puede llevar a este tipo de conducta. Un perro que no tiene juguetes, paseos ni desafíos, va a buscar movimiento donde lo haya. Y ese movimiento, casi siempre, es el de su dueño.
Tampoco hay que olvidar que la curiosidad juega su papel. ¿Qué estás haciendo? ¿Dónde vas? ¿Qué vas a tocar ahora? Muchos perros no quieren perderse nada, y por eso siguen a todos lados.
Si empieza a ser molesto, hay formas de manejarlo. Una buena idea es enseñarle al perro a estar solo en ciertos momentos. Se puede hacer con juegos, premios o dejándolo en otra habitación con algo que le guste. Hay que evitar los retos innecesarios. No hace falta gritarle ni alejarlo bruscamente. La clave está en no reforzar la conducta si no se busca que continúe. Con calma, se le puede enseñar a respetar algunos espacios.
Entonces, si tu perro llora cuando no te ve o destruye cosas en tu ausencia, no lo tomes como algo normal. En esos casos, lo mejor es consultar a un profesional, como un etólogo o veterinario. No hay una sola causa para este comportamiento. Es una mezcla de instinto, amor y aprendizaje.
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