Una decisión clave puede redefinir el rumbo de las acciones argentinas
Los papeles argentinos siguen en caída libre y esperan una resolución clave para cambiar su suerte (iStock)
El clima en el mercado bursátil local sigue sin levantar. El índice Merval cayó más de un 4% en una jornada que arrancó bien para otros países, pero acá volvió a cerrar con números en rojo. Las acciones argentinas que cotizan en Nueva York también sufrieron, algunas bajaron más de 3% en dólares.
Los papeles de bancos como Galicia y Macro fueron de los más afectados. Ya acumulan caídas de hasta el 35% en lo que va del año. Otros sectores como energía también bajan, aunque con algo menos de intensidad. YPF, por ejemplo, perdió 24% en lo que va del año. Pampa Energía y Vista Energy también están en baja.
Hoy puede definirse algo importante. Se espera la revisión que hace MSCI sobre la posición de Argentina en sus índices. Esta decisión podría marcar un antes y un después para el mercado local, aunque los pronósticos no son alentadores. Lo más probable es que todo siga igual.
Argentina está hoy en la categoría de “stand alone”, o sea, fuera de los índices de mercados de frontera. Pasar a un peldaño superior, como “mercado emergente”, ni siquiera está en análisis. La firma encargada de esta evaluación ya avisó que el país no cumple con los requisitos de liquidez ni apertura para escalar posiciones.
En los últimos meses hubo señales que generaron algo de expectativa. Se flexibilizaron controles cambiarios y se eliminaron algunas trabas a las inversiones extranjeras, como la obligación de mantener el capital seis meses en el país para comprar bonos. Pero esas medidas no alcanzaron para cambiar la percepción general.
El índice Merval medido en dólares cayó con fuerza desde diciembre. Arrancó el año en 2.200 dólares y ahora se ubica en 1.675. A pesar de ciertos logros financieros, como el acuerdo con el FMI y el ingreso de dólares vía préstamos o colocaciones de deuda, el mercado no reaccionó como se esperaba.
Algunos inversores optaron por otros mercados de la región. Brasil y México aparecen como plazas más sólidas para quienes buscan rendimiento. Acá, el panorama es más incierto y eso aleja a los grandes capitales.
El problema también es interno. Faltan pesos en la plaza local, y eso también complica. Hay poco movimiento, baja liquidez, y eso termina empujando los precios hacia abajo. La confianza no repunta y eso genera un círculo difícil de cortar.
Las petroleras, que suelen estar más resguardadas, tampoco esquivan el golpe. Aunque la producción aumentó y el precio internacional del petróleo mejoró, eso no fue suficiente para que sus acciones generen buenos retornos. Las bajas son más suaves, pero siguen estando.
Las señales oficiales no alcanzan. Los cambios normativos recientes no movieron el termómetro. Y eso preocupa. El mercado mira con desconfianza, y los capitales siguen sin llegar.
El segundo semestre puede ser distinto. Algunos analistas creen que con más definiciones económicas y políticas, se podría dar vuelta la página. Pero por ahora, todo está en pausa. Y la Bolsa argentina sigue buscando piso.

El clima en el mercado bursátil local sigue sin levantar. El índice Merval cayó más de un 4% en una jornada que arrancó bien para otros países, pero acá volvió a cerrar con números en rojo. Las acciones argentinas que cotizan en Nueva York también sufrieron, algunas bajaron más de 3% en dólares.
Los papeles de bancos como Galicia y Macro fueron de los más afectados. Ya acumulan caídas de hasta el 35% en lo que va del año. Otros sectores como energía también bajan, aunque con algo menos de intensidad. YPF, por ejemplo, perdió 24% en lo que va del año. Pampa Energía y Vista Energy también están en baja.
Hoy puede definirse algo importante. Se espera la revisión que hace MSCI sobre la posición de Argentina en sus índices. Esta decisión podría marcar un antes y un después para el mercado local, aunque los pronósticos no son alentadores. Lo más probable es que todo siga igual.
Argentina está hoy en la categoría de “stand alone”, o sea, fuera de los índices de mercados de frontera. Pasar a un peldaño superior, como “mercado emergente”, ni siquiera está en análisis. La firma encargada de esta evaluación ya avisó que el país no cumple con los requisitos de liquidez ni apertura para escalar posiciones.
En los últimos meses hubo señales que generaron algo de expectativa. Se flexibilizaron controles cambiarios y se eliminaron algunas trabas a las inversiones extranjeras, como la obligación de mantener el capital seis meses en el país para comprar bonos. Pero esas medidas no alcanzaron para cambiar la percepción general.
El índice Merval medido en dólares cayó con fuerza desde diciembre. Arrancó el año en 2.200 dólares y ahora se ubica en 1.675. A pesar de ciertos logros financieros, como el acuerdo con el FMI y el ingreso de dólares vía préstamos o colocaciones de deuda, el mercado no reaccionó como se esperaba.
Algunos inversores optaron por otros mercados de la región. Brasil y México aparecen como plazas más sólidas para quienes buscan rendimiento. Acá, el panorama es más incierto y eso aleja a los grandes capitales.
El problema también es interno. Faltan pesos en la plaza local, y eso también complica. Hay poco movimiento, baja liquidez, y eso termina empujando los precios hacia abajo. La confianza no repunta y eso genera un círculo difícil de cortar.
Las petroleras, que suelen estar más resguardadas, tampoco esquivan el golpe. Aunque la producción aumentó y el precio internacional del petróleo mejoró, eso no fue suficiente para que sus acciones generen buenos retornos. Las bajas son más suaves, pero siguen estando.
Las señales oficiales no alcanzan. Los cambios normativos recientes no movieron el termómetro. Y eso preocupa. El mercado mira con desconfianza, y los capitales siguen sin llegar.
El segundo semestre puede ser distinto. Algunos analistas creen que con más definiciones económicas y políticas, se podría dar vuelta la página. Pero por ahora, todo está en pausa. Y la Bolsa argentina sigue buscando piso.
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