La fuente principal del derecho constitucional canadiense son aquellas normas
legislativas creadas en la forma de documentos o leyes que se fueron sucediendo
a lo largo del tiempo
  Ejemplos claros de estas son las leyes constitucionales (Constitution Acts) de
  los años 1867 y 1982, además de otros documentos los cuales conforman, en su
  conjunto, la Constitución canadiense. Al mismo tiempo, se incluyen las leyes
  provinciales y federales que se encuentren relacionadas con asuntos
  constitucionales, órdenes del consejo (Consejo Privado del Rey para Canadá),
  cartas patentes (órdenes escritas de la Corona) y distintas proclamaciones. La
  Sección 52 de la Ley Constitucional de 1982, establece que la Constitución de
  Canadá incluye la Ley de Canadá de 1982 y la Ley Constitucional de ese mismo
  año, así como también los textos legislativos y decretos incluidos en el
  Apéndice I de esta última ley y sus respectivas modificaciones.
  De acuerdo al Preámbulo de la ley constitucional de 1867, la Constitución
  canadiense es muy similar, en principio, a la Constitución del Reino Unido.
  Por lo tanto, junto con sus propias leyes constitucionales, los canadienses
  han heredado varias normas británicas, tales como la Declaración de Derechos y
  Garantías de 1689 (Bill of Rights, 1689) y la Ley de Conciliación de 1701 (Act
  of Settlements, 1701).
  Sin embargo, no todo el derecho constitucional se encuentra en leyes o
  documentos. Otras fuentes incluyen la jurisprudencia (case law), como por
  ejemplo la interpretación que hacen los tribunales sobre la Constitución la
  cual es tan importante como la propia Constitución.
 
 
    