En estas líneas voy a contarles una breve historia de amor Bueno...tanto amor no sé,
ustedes saquen sus conclusiones
Esta historia es a pedido de una chica de 23 años de edad que no quiere, por ahora revelar su nombre, pero sí compartir su historia, y comienza así…
A fines de marzo ella y Mauricio se conocieron por una aplicación de citas.
La conversación entre ellos era muy buena sin llegar a otro nivel. Llegó el día en que se conocieron. Ella cuenta que se vieron a las tres de la tarde en un restaurante de Caballito, ubicado en Acoyte y Rivadavia. Ese día, él llegó tarde un poco más de las 3pm, mientras ella miraba en la ventana una protesta de estudiantes.
Lo que él no sabía es del cansancio que tenía ella, había tenido un día complicado. A pesar de todo se quedó esperándolo. Hasta que por fin llegó, él estaba sonrojado y ella con muchas ganas de conversar con el chico que tanto habló por chat.
Según cuenta ella, ese día hablaron mucho en poco tiempo y quedó impresionada de cómo resultó ser él.
Eran tiempos de pascuas, y él la acompañó a comprar unos conejitos de chocolate y un ramo de flores. Él le ofreció llevarla a su casa, y ella al aceptar, ambos se dieron cuenta que vivían muy cerca.
Antes que ella bajara del auto, él le pide un beso, lo cual la respuesta de ella fue “No, ya pasé malas experiencias por ir muy rápido”. Él se sorprendió y se saludaron como si nada.
FOTOGRAFÍA: PRENOTICIA.COM
Lo que él no entendió en ese momento es que ella no quería perderlo y considerarlo como uno más de los tantos. Todo esto fue positivo para los dos.
Llegó el 9 de julio y se pusieron de novios. Para ella, Mauricio marcó mucho en su vida y fue un gran apoyo en los momentos que estaba pasando. Ella desde entonces, nunca más le negó un beso, al contrario se los pide cada que vez que lo mira a los ojos.
Esta nota que acabo de escribir no solo es solo un escrito o una historia que quise compartir. La dueña de esta historia, lo que desea es volver a decirle a él: “te amor, mi amor”.
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Esta historia es a pedido de una chica de 23 años de edad que no quiere, por ahora revelar su nombre, pero sí compartir su historia, y comienza así…
A fines de marzo ella y Mauricio se conocieron por una aplicación de citas.
La conversación entre ellos era muy buena sin llegar a otro nivel. Llegó el día en que se conocieron. Ella cuenta que se vieron a las tres de la tarde en un restaurante de Caballito, ubicado en Acoyte y Rivadavia. Ese día, él llegó tarde un poco más de las 3pm, mientras ella miraba en la ventana una protesta de estudiantes.
Lo que él no sabía es del cansancio que tenía ella, había tenido un día complicado. A pesar de todo se quedó esperándolo. Hasta que por fin llegó, él estaba sonrojado y ella con muchas ganas de conversar con el chico que tanto habló por chat.
Según cuenta ella, ese día hablaron mucho en poco tiempo y quedó impresionada de cómo resultó ser él.
Eran tiempos de pascuas, y él la acompañó a comprar unos conejitos de chocolate y un ramo de flores. Él le ofreció llevarla a su casa, y ella al aceptar, ambos se dieron cuenta que vivían muy cerca.
Antes que ella bajara del auto, él le pide un beso, lo cual la respuesta de ella fue “No, ya pasé malas experiencias por ir muy rápido”. Él se sorprendió y se saludaron como si nada.
FOTOGRAFÍA: PRENOTICIA.COMLo que él no entendió en ese momento es que ella no quería perderlo y considerarlo como uno más de los tantos. Todo esto fue positivo para los dos.
Llegó el 9 de julio y se pusieron de novios. Para ella, Mauricio marcó mucho en su vida y fue un gran apoyo en los momentos que estaba pasando. Ella desde entonces, nunca más le negó un beso, al contrario se los pide cada que vez que lo mira a los ojos.
Esta nota que acabo de escribir no solo es solo un escrito o una historia que quise compartir. La dueña de esta historia, lo que desea es volver a decirle a él: “te amor, mi amor”.