Los manteros: Dueños de las veredas en el barrio de Once

A pesar de que hace dos años el Gobierno de la Ciudad dispuso que se retire y se incaute todo el material comercial, los puesteros regresan. 


FOTO: PRENOTICIA.COM
Los dueños de los comercios a los que, los manteros y sin autorización llegan y se instalan en las puertas para vender su mercadería (en negro), ya no saben a quien recurrir y aseguran que sus ventas cada año baja un 10%. Sin mencionar que además deben abonar como corresponde los servicios y la mayoría de ellos, el alquiler. 
Otros negocios tuvieron que cerrar o recurrir a otro rubro por la alta competencia instalada en plena vereda y que a la vista de todos, ni la policía federal y ni la metropolitana parecerían tener la autorizada pertinente para accionar.
La mayoría de las prendas que se venden son de indumentarias. Comenzando por calzados, pantalones y ropa interior. Un pleno shopping a plena luz del día.
La cantidad importante con la que cuentan, algunos manteros, de mercadería es apta como para automáticamente "robarle" la clientela en un 70% a cualquier casa de indumentaria modesta del barrio de Once.
Algunos puesteros llegan a tener hasta 10 tipos de pantalones o busos distintos. Un verdadero puesto improvisado ilegal y que no paga servicios.
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