Ni flota ni se hunde. La película ofrece un espectáculos paupérrimo con una
historia mechada y toqueteada por todos lados. Los efectos especiales y
secuencias de acción repiten la misma formula que la uno. Crítica de Aquaman y
el Reino Perdido
  
  
  Finalmente Aquaman y el Reino Perdido llega a los cines de todo el mundo
    este el 20 de diciembre para Estados Unidos y un día después en Argentina.
    La secuela dirigida y producida por el carismático director australiano de
    origen malayo de 46 años, James Wan, no ofrece un producto final decente
    después de tantas idas y venidas por parte de su productora. Ni siquiera el
    ingenio del director como excelente creador logra hacer zafar con su magia a la película.
  
  
    
    
    
    
    
    
    
    
    
    
    
    
    
    
    
 
   
    
    
    
    
    
    
      En esta oportunidad, vuelve a repetir la misma formula que la anterior
      pero en esta vez agregando algunos toques de clima de terror bien al
      estilo del director que supo atraparnos con clásicos como El Conjuro 1, 2
      y Maligno.
    
    
      Pero pese a estos toques de climas oscuros, aún la película no logra
      encontrar su rumbo. La historia esta mal manejada. Personajes incluidos de
      manera muy innecesaria, por ejemplo el bebe de Aquaman y Mera. Si lo
      sacás, tranquilamente la película sigue su rumbo de todos modos.
    
    
Aquaman ahora es padre soltero y además el Rey de Atlantis
Fotografía: Warner Bros Pictures.
      Tampoco se termina de entender bien en qué situación sentimental se
      encuentra la pareja. Por momentos se los ve juntos como pareja, y en otros
      cada uno en un mundo aparte. Hasta llegan a haber diálogos en que
      pareciera que están separados.
    
    
      Como dije antes, James Wan no logra salvar la película a pesar de sus esfuerzos notorios
      en muchas escenas.
    
    
      James Gunn, quien ahora tomó las riendas de DC y parece que quiere
      reinventar las cosas, marca de esta manera el fin de los personajes
      interpretados por los actores que actualmente conocemos. Quizás sea por
      eso que solo haya una escena postcréditos, que es más una broma que una
      pista sobre futuras películas de Aquaman.
    
    
      En resumen, esperar algo después de la película es un reflejo de la
      expectativa de los fans, pero no necesariamente indica una secuela o algo
      interesante. La película casi ni da ganas de aplaudir al terminar. En fín.
      Chau Aquaman, que la fuerza te acompañe.
    
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