Los plazos fijos nunca fueron tan esenciales a la hora de diagramar una especulación económica para el Gobierno
Pero, ¿por qué el plazo fijo se ha convertido en un amigo y al mismo tiempo un enemigo público?
La idea es muy simple, los alcistas, inversores y pequeños inversores ya saben que en cuanto un beneficio se estanca, este tarde o temprano tendrá un descenso brusco. Como pasó con los plazos fijos siempre, más si recordamos en Diciembre del 2018 y Enero del 2019.
FOTOGRAFÍA: MAURICIO ACOSTA
El pequeño inversor argentino, que se encuentra preocupado en si va a subir el dólar o los precios se van a disparar. Es por eso que la mayoría opta por un recurso –el cual no le sea tan complicado formalmente- el cual le genere un pequeño beneficio con el cual solventar poco de su saldo deudor.
Los plazos fijos. Un elemento sumamente sensible. Si se lo toca demasiado baja, si se lo deja de lado sube
Cuando se intenta poner énfasis en trabar al dólar en un margen estable, la gente sabe que el dólar escapará dependiendo de la marea de compra y ventas. Si hay una corrida de demanda, el dólar subirá.
Esta corrida es especulativa si no se hace cambiar de parecer y se seduce al pequeño inversor con otras alternativas: así es, bonos o plazos fijos.
El central para evitar que los inversores se vuelquen al dólar, una inversión no siempre segura e inestable desde siempre, el ente bancario le sugiere ahora a los bancos privados que compitan entre sí las tasas de plazos fijos para que clientes y no clientes ahora puedan depositar sus ahorros en los bancos que mejor comisión les dé.
Una estrategia, pero no del todo buena, para evitar un avance de la demanda de dólares. En conclusión, el pequeño inversor argentino en el fondo quiere ese beneficio que le dé seguridad y le gane a la inflación.
Los plazos fijos ahora volvieron a estar de moda, pero: por cuánto tiempo es la gran incógnita.
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Hoy los plazos fijos volvieron a subir a escalas inéditas como a fines del 2018. Esto quiere decir que las tasas rondan nuevamente entre los 43 y los 45 por ciento de comisión (según cada banco).
Pero, ¿por qué el plazo fijo se ha convertido en un amigo y al mismo tiempo un enemigo público?
La idea es muy simple, los alcistas, inversores y pequeños inversores ya saben que en cuanto un beneficio se estanca, este tarde o temprano tendrá un descenso brusco. Como pasó con los plazos fijos siempre, más si recordamos en Diciembre del 2018 y Enero del 2019.
FOTOGRAFÍA: MAURICIO ACOSTAEl pequeño inversor argentino, que se encuentra preocupado en si va a subir el dólar o los precios se van a disparar. Es por eso que la mayoría opta por un recurso –el cual no le sea tan complicado formalmente- el cual le genere un pequeño beneficio con el cual solventar poco de su saldo deudor.
Los plazos fijos. Un elemento sumamente sensible. Si se lo toca demasiado baja, si se lo deja de lado sube
Cuando se intenta poner énfasis en trabar al dólar en un margen estable, la gente sabe que el dólar escapará dependiendo de la marea de compra y ventas. Si hay una corrida de demanda, el dólar subirá.
Esta corrida es especulativa si no se hace cambiar de parecer y se seduce al pequeño inversor con otras alternativas: así es, bonos o plazos fijos.
El central para evitar que los inversores se vuelquen al dólar, una inversión no siempre segura e inestable desde siempre, el ente bancario le sugiere ahora a los bancos privados que compitan entre sí las tasas de plazos fijos para que clientes y no clientes ahora puedan depositar sus ahorros en los bancos que mejor comisión les dé.
Una estrategia, pero no del todo buena, para evitar un avance de la demanda de dólares. En conclusión, el pequeño inversor argentino en el fondo quiere ese beneficio que le dé seguridad y le gane a la inflación.
Los plazos fijos ahora volvieron a estar de moda, pero: por cuánto tiempo es la gran incógnita.